Si aún no lo conoce, está a tiempo de descubrir sus playas prácticamente vírgenes, el colorido de su folklore y costumbres y su variada y deliciosa gastronomía. Dos mares, una barrera montañosa -El Atlas- y la inmensidad del desierto del Sahara aíslan y preservan el territorio de Marruecos, un auténtico crisol donde se funden el Islam y Occidente, África y el mundo mediterráneo. Esta bañado por el Océano Atlántico al oeste y por el Mediterráneo al norte. Tan sólo unos kilómetros lo separan de España. Hacia el sur, el Sahara constituye su frontera natural.